Este blog busca unicamente promocionar la figura de Vivi, una excelente actriz y una persona maravillosa a la que vale la pena conocer..




jueves, 29 de marzo de 2012

"Somos los dados de dioses que juegan con nosotros"


JULIO CHAVEZ-VIVIANA SACCONE

Estrenan en teatro La cabra, sobre un hombre enamorado de un caprino, proyecto en el que originalmente estaba Cecilia Roth, quien prefirió abandonarlo para filmar con Pedro Almodóvar.

Historia. Chávez viene de hacer Sweeney Todd. Con Roth había hecho Tratame bien, pero no pudo ser. En El puntero. Saccone en Lobo, no va más, y con el elenco de En la cama.


El jueves 5 de abril se revelará el misterio de cómo un hombre se puede enamorar de un animal. Con este tema, el dramaturgo norteamericano Edward Albee estrenó hace diez años un texto que tituló La cabra o ¿quién es Sylvia? A fin del año pasado, Julio Chávez confirmó que la dirigiría y se pondría al frente de un elenco encabezado por él junto a Cecilia Roth y Vando Villamil. Hace muy pocos meses, Roth se bajó del proyecto para poder filmar con Pedro Almodóvar, y se convocó a Viviana Saccone.

Más allá de este tropiezo inicial, la calma y la armonía reinan en el teatro Tabarís. En su camarín blanco, Chávez y Saccone asumen este nuevo desafío teatral con una primicia: ella decidió bajarse de la tira Lobo para dedicarse sólo a las funciones. “Es un año de decisiones –confirma– tal vez sea el calendario maya con sus predicciones… Nada será igual, todo empieza a cambiar”. “Tuvimos muchas muestras de errores en el teatro –afirma Chávez– y nadie sabe cómo se hace un éxito, es azaroso. Nosotros siempre hacemos lo que creemos que debemos hacer, pero sabemos que somos los dados de unos dioses que juegan con nosotros. Aunque nos creemos seres con autonomía y actuamos como si todo estuviera en nuestras manos, no es así.”

—¿Qué significó la partida de Cecilia Roth del elenco y reemplazarla?
CHAVEZ: Desde lo legal fue muy sencillo y el tema está a cargo de los productores. Siempre un cambio produce una nueva posibilidad de pensar algo, tanto pasa con una tela, una luz, un actor o una silla, que pueden estar o no estar. Cualquier cosa que le suceda a un director en medio de una travesía tiene que ver con el oficio del trabajo, sea corta o larga su carrera. Es como el capitán de un barco que lleva un diario de lo que le va pasando. Para mí fue una situación de aprendizaje, de oficio, de rever y confirmar una mirada sobre el material.
SACCONE: Lo primero que tengo que decir es que éste es el elenco original, dado que la obra recién se estrena ahora. Con este equipo estamos ensayando hace dos meses y, por ende, no estoy reemplazando a nadie. Que hayan pensado en mí para un personaje para el que en primer lugar se pensó en otra actriz de la talla y el cartel de Cecilia Roth sólo me llena de orgullo.
—¿Quién eligió a Viviana?
C: Por supuesto que yo. La recordaba cuando hizo En la cama, de José María Muscari, porque veo casi todo de él. Y en cuanto sucedió lo que sucedió, fue en la primera actriz en la que pensé. No hubo en mi imaginario otras opciones y nunca lo viví como un remplazo, no está en mi expresión ni en mi mente. Soy de la idea de que un director puede consultar o consensuar, pero las decisiones del elenco, del escenógrafo o del iluminador son de él. Dirigir es un acto de una enorme belleza, es como ser el capitán de un ejército. Conversé con los productores Adrián (Suar) y con Nacho (Laviaguerre) y desde que empezó el proyecto me dieron total libertad y apoyo para cada situación que se diera. Para mí la producción es un soldado fundamental en un proyecto y no es sólo el que pone la plata, no es un financista.
—¿Qué quiere decir cada uno con “La cabra”?
S: Cuando me llamo Adrián (Suar) y me dijo que Julio sería el actor y el director acepté sin haber leído el texto. No quería perderme la oportunidad de aprender junto a él. Cuando lo leí me resultó divertida y absurda. El cuentito que propone Albee de un señor que se enamora de una cabra está en el límite con lo absurdo, pero por debajo hay otros cuestionamientos. Me impactó ver cómo la vida de cualquiera puede cambiar de un momento a otro, por más que nos esforcemos en tener lo más maravilloso. También me replanteó los condicionamientos que todos los seres humanos tenemos, tanto sociales como religiosos, hasta los que nos creemos más libres. Mi personaje no puede hacerse cargo, explota ante la situación, cuestiona a su marido y no resuelve la infidelidad.
C: Para mí es una tragedia. Albee dice que el personaje es un héroe, casi como los griegos comete hybris (exceso de error y hecho irreperable) y debe aprender. Como Edipo o Agamenón, mi protagonista también está en el mejor momento de su vida. La obra muestra una enorme caída desde el pináculo de una existencia. Hace algo que no puede volver atrás. Aquí no hay buenos o malos. Me parece conmovedor que un hombre esté tan enlazado en la vida artística, que crea que se puede actuar en la vida como en el arte. Son mundos autónomos. No podés ir a la verdulería y con un poema tratar de comprarte una naranja. Bernarda Alba le dice a sus hijas: “No me importa lo que piensen, me importa lo que hacen”. El hacer marca y es irremediable, por eso aquí Albee nos pone frente a un problema y cada personaje es comprensible. Hay preguntas como: ¿hasta dónde se puede ir? Si nos quedamos en los límites, un Duchamp, un Picasso o un Einstein no hubieran existido.
—¿Cuáles son los límites éticos?
S: Mis límites éticos son aquellos que no me lastiman, tratando de ser respetuosa con los demás, con todo lo que ello implica. En cada acto y en cada decisión uno pone de manifiesto su ética, también en el compromiso con la vida y con el otro.
C: -Intento tener una ética en mi mirada y en mi ejecución. Busco ser ético en lo que entiendo que debo intentar hacer. Todos tenemos límites, pero me responsabilizo de lo que hago y no le echo la culpa a nadie.
—¿Están preparados para escuchar las risas del público?
C: En este material el mismo dramaturgo habla de una comedia. Albee miente, porque es una comedia dramática. Igual no me meto con las reacciones de la gente, las respeto.
S: Siento que el público a veces se ríe para poder procesar los temas, por lo cual la risa puede ser una válvula de escape, a veces es necesaria, porque es el camino para aflojar y pensar. Cuando hacía Algo en común también había risas y nosotros llorábamos en el escenario.
—¿Cómo creen que se ubica esta propuesta en la actual cartelera teatral?
S: Me parece un espectáculo interesante y diferente a las demás, por eso tengo expectativas, porque me parece que es distinto a todo lo que hay.
C: Si pudiera contestar me haría productor (risas). En esta instancia se empieza a juntar la producción y el espectáculo, ya que hay una boletería y habrá competencia, ya no hablamos del arte sino de una economía y deben convivir. Es como un matrimonio, con las mismas características, puede ir bien o mal, veremos qué pasa.

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