Este blog busca unicamente promocionar la figura de Vivi, una excelente actriz y una persona maravillosa a la que vale la pena conocer..




jueves, 29 de marzo de 2012

Julio Chávez y Viviana Saccone juntos en el Teatro.

Harán la multipremiada obra “La Cabra” de Edward Albee“La Cabra” es una obra de Edward Albee que aborda temas universales: el amor, los celos, los sueños, el tiempo, los valores… Y para contar esta historia conmovedora y extraordinaria recurre a la comedia y el drama. Charlie acaba de ganar el premio Pritzker, y su vida junto a su esposa Julia y su hijo Willy parece estar en armonía. Sin embargo, Charlie por primera vez oculta algo, un amor, y eso lo perturba. La naturaleza de ese amor los enfrentará a todos a algo inesperado: una crisis en sus vidas como nunca imaginaron.

Versión de Fernando Masllorens & Federico González del Pino con Vando Villamil y Santiago García Rosa

Dirección: Julio Chávez

Producción: Nacho Laviaguerre y Adrián Suar

Estreno jueves 5 de Abril 2012

Teatro Tabarís

LA CABRA o ¿QUIÉN ES SYLVIA?, de Edward Albee se estrenó en Nueva York, en el Golden Theatre, el 10 de marzo de 2002. Aquel mismo año recibió todos los premios existentes en Nueva York: el Tony, el New York Drama Critics Cercle, el Drama Desk y el Outer Critics Cercle. Desde entonces se ha representado (y se sigue representando) en más de 30 ciudades de todo el mundo.

Edward Albee (1928) es un célebre y multipremiado dramaturgo norteamericano, entre cuyas obras se destacan ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1962) y Un equilibrio delicado (1966), por la que ganó su primer Premio Pulitzer de Teatro en 1967.

Albee ha transitado distintos géneros teatrales y ha podido, a lo largo de una producción muy heterogénea, constituir una particular poética. Sus preocupaciones, sus gustos, su mirada frente a la vida, han encontrado un lenguaje particular que se expresa a través de sus personajes, sus espacios y sus historias.

Muchas de sus obras están construidas en espacios familiares –a veces domésticos- en dónde los personajes desarrollan sus pequeñas o grandes vidas en la seguridad de lo conocido; pero algo se introduce e inevitablemente perturba el equilibrio y descubre lo que ocultan esos espacios familiares que se transforman así en metáfora de las vidas de los hombres, estableciendo un juego que obliga al espectador a transitar temas, conflictos y emociones que conoce, pero que oculta o calla por insoportables.

Sin embargo, la particularidad del teatro de Albee radica en algo más: en transitar los temas medulares de la existencia del hombre a través de la comedia. Tal vez porque supone que el hombre contemporáneo necesita un camino de alivio -que la comedia le brinda- para contactarse con aquellos temas universales que constituyen su existencia trágica.

FUENTE: www.miradornacional.com

Amor a flor de piel


Entrevista. Protagonizan “La cabra”. El actor también dirige la pieza de Edward Albee, que estrenan el jueves próximo en el Tabarís. Es la historia de un hombre que se enamora de un animal. Por la obra, Saccone dejará “Lobo”. Chávez cuenta lo que sintió cuando Cecilia Roth abandonó el proyecto.

Las indicaciones son tajantes en boca de Julio Chávez: no es posible asistir a un ensayo y no se brinda la adaptación de La cabra , de Edward Albee, pieza en la que trabaja como director y protagonista. Habrá que ir, entonces, dando palos de ciego por este hermetismo a contrapelo en una época donde todo fatalmente se exhibe. Un ensayo suele ser una zona frágil, volátil, que requiere resguardo de la mirada ajena. Se entiende. “No quiero ser grosero, pero es así.”, aclara Chávez con férrea cortesía, mate en mano, en la oscuridad de los palcos del Tabarís que lentamente se enciende y genera un clima paradójicamente cálido.

Viviana Saccone, coprotagonista, fue elegida por él mismo luego de que Cecilia Roth abandonara el proyecto para ir trabajar con Almodóvar. Chávez y Roth ensayaron juntos, incluso, se vendió a La cabra como la vuelta de los “Chokaklian” -aquella fibrosa pareja del unitario televisivo Tratame bien -en formato teatral, pero con otras coordenadas vinculares. No pudo ser. Y él se muestra menos dolido que pragmático frente al asunto. Mientras tanto, habla a borbotones sobre lo que estrena en siete días.

“Me convocó Adrián Suar y me animé a encarar los roles de director y de actor, porque es una obra de cámara abarcable -dice Chávez-. Albee habla de una tragedia, porque tiene a un héroe que va del desconocimiento al conocimiento. De manera que uno ve, en este caso, cómo un grupo familiar rompe una situación idílica porque entró a la vida del protagonista, Charlie, la pasión con un objeto prohibido ( se enamora de una cabra ). Es una obra conmovedora, porque los cuatro personajes son “buenas personas”, nobles, cultas, formadas, pero en ellos ingresa un ingrediente inesperado que los lleva a una destrucción irreparable.

El autor también menciona el absurdo y la comedia como motores de su obra. Vos hablás de tragedia, material complejo...

Chávez: Claro, es una obra con tres mosaicos, muy difícil para el actor. Albee elige el absurdo y la comedia como puerta de acceso y está bien, porque es muy pedigüeño al exigir que el espectador entre en la convención de creer que alguien se enamora de una cabra. Te hace entrar de una manera inocente, blanca, a un material que finalmente se vuelve totalmente oscuro. Diría que es un drama presentado en bandeja de comedia.

Saccone: La profundidad de la obra se plantea a través de este hombre que se enamora de un animal y en cómo los demás nos creemos con derecho de juzgar, cuestionar y tratar de solucionar su “problema”. Y en esa necesidad de inmiscuirnos, lo destruimos.

Compartieron capítulos en “El Puntero”, ¿qué te llamó la atención de Saccone?

Chávez: La vi antes en el espectáculo de Muscari, En la cama . Es una actriz que hace de lo incómodo algo cómodo. Eso es muy llamativo para mí. Es alguien que no muestra sus dificultades, y propone una resolución fácil y liviana. Diría que en El Puntero no vi “algo”, sino que se confirmó un deseo. Y cuando se tuvo que replantear el rol de la mujer, no tuve ninguna duda en llamarla.

¿Cómo lidias a la hora de tomar decisiones, como actor y como director?

Chávez:Apuesto a que haya lugares de encuentro y comunión, pero la mirada final es de alguien. Por ejemplo, la ropa puede ser de un vestuarista, exigencia del protagonista, exigencia de producción. Alguien va a ganar. A veces gana el canje. Esa puja y tensiones en la que se va a gestar finalmente la expresión, me parece extraordinaria. Pero alguien es el padre de esa expresión en su totalidad. Pienso que la mirada del director se puede construir con cámara de senadores, diputados, pero se requiere decisión final. Y en este caso es responsabilidad mía. Es algo que estoy aprendiendo.

¿Qué lugar le das a la intuición en esas decisiones?

Chávez: La intuición es un paraíso si tiene un buen traductor, y un infierno si tiene un mal traductor. Vos podés tener una intuición increíble y tener un traductor espantoso. Porque la intuición es un espacio ideal, pero para que tenga forma hay que hacer un trabajo de lenguaje. En ese paso entre la intuición y la construcción, está el intérprete. Yo no tengo un a priori . Intento establecer un vínculo en el momento, estudio al material constantemente en un acercamiento vivo. Y ese trabajo que hago está en la frontera entre la intuición y la escena. Por eso la intuición, tu palabra, es hermosa, pero muy compleja, ¿sabés?

Paralelo a los ensayos, Saccone grabó “Lobo”. ¿Cómo se llevaron con los tiempos de la tele, tanto desde la actuación como desde la dirección? ¿Algo puntual trabajan en los ensayos cuando ella llegaba de grabar la tira?

Saccone: La tele te da oficio, la impronta y la urgencia para resolver situaciones. Una vez que eso se largó al aire, el rating te empieza a comer y un personaje tiene mucha celeridad, pero si te acomodás en esa velocidad quedás presa. El teatro te saca de esos moldes. Es un ejercicio

Chávez: Yo utilizo muchos ejemplos. O digo: “Copiame, escucha el tono, vos sabés, hacélo”. Son diferentes maneras de despertarle al otro el entendimiento de la escena. Muchas veces lo importante no es ser original, sino también saber copiar.

Saccone: Eso de copiar al principio me daba miedo. Pero aprendí que la copia nunca refleja el original. Cuando Julio hace un tono, yo intento seguirlo y no es el suyo, sino algo que sale con mi propia voz.

Chávez: No tengo una metodología de ensayo. El límite es que haga daño.

¿Qué cosas hacen mal?

Chávez: Tirarte contra la pared. O cuestiones más finas. Pero incluso el tema daño es algo muy personal. Lo que para un director puede resultar dañino, para otro, no. No estamos en un espacio tan técnico. Hay una cuestión ética, te diría. Y eso va en cada uno.

¿En qué cambia tu experiencia como director en la avenida Corrientes a los proyectos que dirigiste en espacios alternativos?

Chávez : No es muy distinto. Pasás de una sala chica al teatro y te parece que nunca lo vas abarcar, pero a la semana estás habituado. El cuerpo y la cabeza se habitúan rápidamente. Hay otras exigencias.

¿Cómo se llevan con esa presión?

Chávez: Trato de resolverla día a día. Hoy vi las marquesinas y los dos huevos se me subieron a la garganta. Pero sé algo: y es que el nervio se cansa. Estaré nervioso quince, veinte minutos. Después, el nervio es como un nene que se cansa y se duerme.

¿Cómo viviste la ida de Cecilia Roth?

Chávez: Como una circunstancia de la profesión que francamente no construyó traumatismo ni en mi imaginación ni en el proyecto.

¿Pensaste en colgar todo?

Chávez: No solamente lo pensé, sino que la producción me dijo que estaba con la libertad de hacer lo que quisiese. Me tomé 24 horas para pensar y seguimos adelante con este barco.

En el lugar de Roth, ¿hubieses hecho lo mismo?

Chávez: Si le pasó a un ser humano, le puede pasar a cualquiera. Y yo soy cualquiera

La Cabra en el Tabaris


La Cabra en el Tabaris. Charlie (Julio Chávez) acaba de ganar el premio Pritzker, y su vida junto a su esposa Julia (Viviana Saccone) y su hijo Willy (Santiago García Rosa) parece estar en armonía. Sin embargo, Charlie por primera vez oculta algo, un amor, y eso lo perturba. Un amor único para Charlie que podrá confesar a su mejor amigo Axel (Vando Villamil), quién frente esa verdad asume la responsabilidad de contárselo a Julia. La naturaleza de ese amor los enfrentará a todos a algo inesperado una crisis en sus vidas como nunca imaginaron.

Ficha:

  • Equipo creativo: Música: Diego Vainer
  • Diseño de iluminación: Matías Sendón
  • Diseño de escenografía y vestuario: Jorge Ferrari
  • Directora asistente: Camila Mansilla
  • Dirección: Julio Chávez
  • Producción ejecutiva: Candelaria Audi
  • Producción general: Nacho Laviaguerre y Adrián Suar

Precios $140 y $160

"La Cabra"


A partir del 5 de abril estrena la obra La Cabra, protagonizada por Julio Chávez y Viviana Saccone en el Teatro Tabaris de la Calle Corrientes.
Sinopsis
Charlie (Julio Chávez) acaba de ganar el premio Pritzker, y su vida junto a su esposa Julia (VivianaSaccone) y su hijo Willy (Santiago García Rosa) parece estar en armonía. Sin embargo, Charlie por primera vez oculta algo, un amor, y eso lo perturba. Un amor único para Charlie que podrá confesar a su mejor amigo Axel (Vando Villamil), quién frente esa verdad asume la responsabilidad de contárselo aJulia. La naturaleza de ese amor los enfrentará a todos a algo inesperado: una crisis en sus vidas como nunca imaginaron.

"Somos los dados de dioses que juegan con nosotros"


JULIO CHAVEZ-VIVIANA SACCONE

Estrenan en teatro La cabra, sobre un hombre enamorado de un caprino, proyecto en el que originalmente estaba Cecilia Roth, quien prefirió abandonarlo para filmar con Pedro Almodóvar.

Historia. Chávez viene de hacer Sweeney Todd. Con Roth había hecho Tratame bien, pero no pudo ser. En El puntero. Saccone en Lobo, no va más, y con el elenco de En la cama.


El jueves 5 de abril se revelará el misterio de cómo un hombre se puede enamorar de un animal. Con este tema, el dramaturgo norteamericano Edward Albee estrenó hace diez años un texto que tituló La cabra o ¿quién es Sylvia? A fin del año pasado, Julio Chávez confirmó que la dirigiría y se pondría al frente de un elenco encabezado por él junto a Cecilia Roth y Vando Villamil. Hace muy pocos meses, Roth se bajó del proyecto para poder filmar con Pedro Almodóvar, y se convocó a Viviana Saccone.

Más allá de este tropiezo inicial, la calma y la armonía reinan en el teatro Tabarís. En su camarín blanco, Chávez y Saccone asumen este nuevo desafío teatral con una primicia: ella decidió bajarse de la tira Lobo para dedicarse sólo a las funciones. “Es un año de decisiones –confirma– tal vez sea el calendario maya con sus predicciones… Nada será igual, todo empieza a cambiar”. “Tuvimos muchas muestras de errores en el teatro –afirma Chávez– y nadie sabe cómo se hace un éxito, es azaroso. Nosotros siempre hacemos lo que creemos que debemos hacer, pero sabemos que somos los dados de unos dioses que juegan con nosotros. Aunque nos creemos seres con autonomía y actuamos como si todo estuviera en nuestras manos, no es así.”

—¿Qué significó la partida de Cecilia Roth del elenco y reemplazarla?
CHAVEZ: Desde lo legal fue muy sencillo y el tema está a cargo de los productores. Siempre un cambio produce una nueva posibilidad de pensar algo, tanto pasa con una tela, una luz, un actor o una silla, que pueden estar o no estar. Cualquier cosa que le suceda a un director en medio de una travesía tiene que ver con el oficio del trabajo, sea corta o larga su carrera. Es como el capitán de un barco que lleva un diario de lo que le va pasando. Para mí fue una situación de aprendizaje, de oficio, de rever y confirmar una mirada sobre el material.
SACCONE: Lo primero que tengo que decir es que éste es el elenco original, dado que la obra recién se estrena ahora. Con este equipo estamos ensayando hace dos meses y, por ende, no estoy reemplazando a nadie. Que hayan pensado en mí para un personaje para el que en primer lugar se pensó en otra actriz de la talla y el cartel de Cecilia Roth sólo me llena de orgullo.
—¿Quién eligió a Viviana?
C: Por supuesto que yo. La recordaba cuando hizo En la cama, de José María Muscari, porque veo casi todo de él. Y en cuanto sucedió lo que sucedió, fue en la primera actriz en la que pensé. No hubo en mi imaginario otras opciones y nunca lo viví como un remplazo, no está en mi expresión ni en mi mente. Soy de la idea de que un director puede consultar o consensuar, pero las decisiones del elenco, del escenógrafo o del iluminador son de él. Dirigir es un acto de una enorme belleza, es como ser el capitán de un ejército. Conversé con los productores Adrián (Suar) y con Nacho (Laviaguerre) y desde que empezó el proyecto me dieron total libertad y apoyo para cada situación que se diera. Para mí la producción es un soldado fundamental en un proyecto y no es sólo el que pone la plata, no es un financista.
—¿Qué quiere decir cada uno con “La cabra”?
S: Cuando me llamo Adrián (Suar) y me dijo que Julio sería el actor y el director acepté sin haber leído el texto. No quería perderme la oportunidad de aprender junto a él. Cuando lo leí me resultó divertida y absurda. El cuentito que propone Albee de un señor que se enamora de una cabra está en el límite con lo absurdo, pero por debajo hay otros cuestionamientos. Me impactó ver cómo la vida de cualquiera puede cambiar de un momento a otro, por más que nos esforcemos en tener lo más maravilloso. También me replanteó los condicionamientos que todos los seres humanos tenemos, tanto sociales como religiosos, hasta los que nos creemos más libres. Mi personaje no puede hacerse cargo, explota ante la situación, cuestiona a su marido y no resuelve la infidelidad.
C: Para mí es una tragedia. Albee dice que el personaje es un héroe, casi como los griegos comete hybris (exceso de error y hecho irreperable) y debe aprender. Como Edipo o Agamenón, mi protagonista también está en el mejor momento de su vida. La obra muestra una enorme caída desde el pináculo de una existencia. Hace algo que no puede volver atrás. Aquí no hay buenos o malos. Me parece conmovedor que un hombre esté tan enlazado en la vida artística, que crea que se puede actuar en la vida como en el arte. Son mundos autónomos. No podés ir a la verdulería y con un poema tratar de comprarte una naranja. Bernarda Alba le dice a sus hijas: “No me importa lo que piensen, me importa lo que hacen”. El hacer marca y es irremediable, por eso aquí Albee nos pone frente a un problema y cada personaje es comprensible. Hay preguntas como: ¿hasta dónde se puede ir? Si nos quedamos en los límites, un Duchamp, un Picasso o un Einstein no hubieran existido.
—¿Cuáles son los límites éticos?
S: Mis límites éticos son aquellos que no me lastiman, tratando de ser respetuosa con los demás, con todo lo que ello implica. En cada acto y en cada decisión uno pone de manifiesto su ética, también en el compromiso con la vida y con el otro.
C: -Intento tener una ética en mi mirada y en mi ejecución. Busco ser ético en lo que entiendo que debo intentar hacer. Todos tenemos límites, pero me responsabilizo de lo que hago y no le echo la culpa a nadie.
—¿Están preparados para escuchar las risas del público?
C: En este material el mismo dramaturgo habla de una comedia. Albee miente, porque es una comedia dramática. Igual no me meto con las reacciones de la gente, las respeto.
S: Siento que el público a veces se ríe para poder procesar los temas, por lo cual la risa puede ser una válvula de escape, a veces es necesaria, porque es el camino para aflojar y pensar. Cuando hacía Algo en común también había risas y nosotros llorábamos en el escenario.
—¿Cómo creen que se ubica esta propuesta en la actual cartelera teatral?
S: Me parece un espectáculo interesante y diferente a las demás, por eso tengo expectativas, porque me parece que es distinto a todo lo que hay.
C: Si pudiera contestar me haría productor (risas). En esta instancia se empieza a juntar la producción y el espectáculo, ya que hay una boletería y habrá competencia, ya no hablamos del arte sino de una economía y deben convivir. Es como un matrimonio, con las mismas características, puede ir bien o mal, veremos qué pasa.

“Estoy orgullosa de que hayan pensado en mí después de Cecilia”


El 5 de abril, Viviana Saccone estrena “La cabra” junto a Julio Chávez, en el rol que primero ensayó Roth. Además, la actriz se baja de “Lobo”, la ficción de El Trece. “Nunca hago dos proyectos a la vez, también tengo dos hijas y una vida”, explica.

“Lo que más me conmueve es pensar en cómo tu vida puede cambiar en un segundo; todo se puede romper... Es conmovedora la fragilidad de los seres humanos ante la vida”. Habla Viviana Saccone y se refiere a “La cabra”, la obra que está a punto de estrenar, el 5 de abril en el Tabarís. Se trata de un texto que el dramaturgo norteamericano Edward Albee estrenó hace diez años y que tituló “La cabra o ¿quién es Sylvia?”.

Dirigida y protagonizada por Julio Chávez, la obra aborda -combinando drama y comedia- temas universales como el amor, los celos, los sueños, el tiempo y los valores. Viviana Saccone se sumó a este desafío teatral cuando Cecilia Roth -pensada inicialmente para el papel femenino- se bajó del proyecto. “No pienso en términos de ser la primera opción o la segunda, más bien si Julio pensó en mí como actriz después de pensar en Cecilia Roth, ya para mí es un orgullo. Me siento parte absoluta de ‘La cabra’. No soy el ‘plan b’, sino que por diversas razones se dio así: Julio y Cecilia se conocían, trabajaron juntos, funcionaron bien como dupla, etc. pero después no pudo ser. Y yo pasé a ser el ‘plan a’. La obra se estrena con mi nombre”, explica la actriz.

¿Cómo es tu personaje?
Julia es la mujer de Charlie (Chávez). Somos un matrimonio ideal, perfecto, nos llevamos bárbaro, tenemos muchos años de casados, la vida nos sonríe, estamos en un momento mágico... y de pronto, sale a la luz un hecho que me cambia la vida por completo. Y es que Charlie confiesa que está enamorado de una cabra. De este hecho desopilante, el autor busca sacar a la luz un montón de cuestionamientos: la libertad, el amor, la familia, la ética, la moral, los cuestionamientos sociales y amorosos. Una excusa para tocar fibras íntimas, naturales y profundas.

Te toca transitar una gran crisis arriba del escenario, todo en la vida de Julia se mueve...
Exacto, ella está sumamente sorprendida pero evidentemente algo ocurría entre ellos y Julia no podía hacerse cargo, las cosas son de a dos... Ella le dice a él: “Me podrías haber avisado”, “podríamos haber hablado”, pero sabe que ya está, que la vida le cambió para siempre, que dio un giro de 180 grados.

¿Qué es lo que más te entusiasmó del personaje?
Primero el hecho de trabajar y estar dirigida por Julio Chávez, es una hermosa oportunidad. Habíamos estado juntos el año pasado en tele, en “El puntero” (El Trece), pero nunca en teatro.

¿Tuviste el sí fácil?
Facilísimo. Recién después leí el texto y realmente es muy bueno: difícil, provocativo, transgresor. La verdad es un proyecto lleno de desafíos.

Y para poder llevarlo a cabo, Viviana Saccone avisa que se baja de “Lobo” (El Trece). “Nunca hago dos proyectos a la vez, porque tengo una vida y dos hijas chiquitas. Yo ya estaba en ‘Lobo’ cuando me llamaron para hacer la obra con Julio. Adrián (Suar) tuvo la mejor predisposición y entendió que para mí seguir adelante con las dos cosas era imposible. Dejo ‘Lobo’ para encarar la obra con toda la energía”, explica Saccone. En la ficción la actriz interpreta a la villana Rebeca, una mujer sin escrúpulos ni prejuicios: “Es una hija de p... Rebeca, me divierto tanto haciéndola y me da tantas satisfacciones. A pesar de lo maldita que es, la gente en la calle la adora”.

¿Es complicado bajarse de una ficción que no la está pasando bien en materia de rating?
Lo que es un plomo es que todos digan que “Lobo” no funciona. Que se dejen de joder... por un punto más o menos, los actores no bajamos los brazos, trabajamos a full. Todo el mundo empieza a hablar de eso como si fuera un pecado... La gente elige qué ver y el producto es buenísimo. En un par de capítulos más, se viene el final de Rebeca

Visión Siete: Teatro: Julio Chávez y Viviana Saccone en "La Cabra"


Columna de Espectáculos de Alejo Álvarez Herrera. Julio Chávez y Viviana Saccone juntos en el teatro Tabarís con "La Cabra", una obra de Edward Albee que aborda temas universales: el amor, los celos, los sueños, el tiempo y los valores. Emitido por Visión Siete, noticiero de la TV Pública argentina, el martes 27 de marzo de 2012

Viviana Saccone- Estreno "La Cabra" el 5 de abril- 27.03.12 (Convicciones)

martes, 27 de marzo de 2012

Antonio y Victoria en "Herederos de una Venganza"


Antonio y Victoria 2 en HDUV por

Beso de Bruno y Rebeca en "Lobo"


Beso Bruno y Rebeca (Lobo) por anikas81

Bruno y Rebeca muy calientes


Bruno y Rebeca muy calientes por anikas81

Viviana Saccone se baja de Lobo


Adrián Pallares contó que "Viviana Saccone se bajo de Lobo para priorizar el teatro, junto a Julio Chávez. Se va en los mejores términos".

La obra en cuestión es "La cabra", se estre el 5 de abril.

“Graduados”, la revancha de Sebastián Ortega

Sebastián Ortega se codea por 1era. vez con el alto rating. “Dulce amor y Minuto para ganar completan un prime time por ahora invencible. La desesperación de Adrián Suar para rescatar su propia hacienda; mientras el 13 se vuelve más Tinelli dependiente que nunca.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Sebastián Ortega, 38 años, se inició como productor en “Ideas del Sur”, hoy la empresa de Marcelo Tinelli en sociedad con Grupo Clarín.
En el año 2006 creó su propia productora “Underground”, en la cual produjo “El tiempo no para” que se emitió por la pantalla de Canal 9, al igual que “Gladiadores de Pompeya” que fue levantada apenas salieron al aire poco más de 20 capítulos por falta de audiencia.
En 2007, con Dori Media, produjo “Lalola” que salió al aire por América 2, la cual tuvo importante reconocimientos (1 Martín Fierro a la Mejor ficción y el Martín Fierro de Oro) pero no el nivel de audiencia que hubiese logrado en otra pantalla de las más competitivas.
En 2008 comienza su desafío de producir para la pantalla caliente de Telefe, comenzando por “Los exitosos Pells”, que logró buen rating y reconocimiento pero no llegó a explotar como lo lograron otras ficciones de Pol-ka.
En 2009/2010 trató con “Botineras” de tomar revancha para saltar a grandes números de rating pero fracasó en su intento a pesar de haberle dado giro a la historia y los actores y actrices que participaron de la misma. Igual suerte corrió en 2011 con “Un año para recordar”. Quiso pero otra vez no pudo darle transcendencia a la ficción al igual que las que la lograba Adrián Suar en el 13.
El 21/03/2011, por ejemplo, “Los únicos” marcaba 21.3 y “Herederos” 19.2 ambas de Suar en el 13; mientras “Un año para recordar” llegaba a 13.1, en Telefe.
En la búsqueda de ese gran éxito (en rating) que se le negaba Sebastián Ortega fue tentado para producir para Canal 7, cosa que no aceptó; y apoyado por la dirección de Contenidos de Telefe, en 2012 se produce la revancha (con el rating) de Ortega para dar vuelta la historia y llegar al triunfo con “Graduados”.
“Graduados”, en la noche de ayer, 19/03, en su 5 capítulo logró alcanzar su marca más alta hasta el momento, 25.8 puntos de rating promedio.
Para tener una dimensión del rating logrado basta recordar que “Malparida” (Pol-ka) en su emisión final el 08/02/2011 trepó a 26.8.
Así es la vida cuando da posibilidades y existe aprendizaje de errores. Así es la TV con Ortega; un productor que produjo cambios en su enfoque para vencer el no se puede.
“Dulce amor” con un excelente registro de 23.4 puntos (19/03) es otra decisión correcta de Telefe para poner en el prime time una ficción clásica que estaba pensada para la tarde. De la mano de un hacedor de éxitos, Enrique Estevanez, esta ficción se ha convertido en otro éxito de esta temporada televisiva.
Las vueltas de la ruleta que es el rating esta vez le pegó duro a Adrián Suar, con 2 ficciones de su factura que no rinden: “Los únicos 2” en la noche del 19/03 hizo 9.3 puntos y “Lobo”, 12.3; con lo cual ninguna de las 2 telenovelas entraron en el TOP 5 del día.
Esta situación es un grave problema para Suar, cuyas acciones internas en el 13 caen frente al Grupo Clarín, ya que el mismo se vuelve más Tinelli dependiente que nunca.
Es por eso que para tratar de apagar en parte un incendio de alto costo Suar salió a llamar figuras para tratar de salvar a “Lobo”, parches que nunca dieron resultado porque el público ya optó.
La desesperada situación de Suar lo hace acudir a la incorporación de Romina Gaetani, quien será el tercer amor de Gonzalo Heredia.
Romina Gaetani será Miranda y hará de la hermana de Rebeca (Viviana Saccone) con quien comparte varios secretos sobre el padrastro de ambas. La llegada de la actriz a la tira cambiará la historia ya que ella interferirá en el amor de Lucas Moreno (Heredia) y Ana (Vanesa González).
De esta forma, Lucas Moreno (Gonzalo Heredia) estará disputado por 3 mujeres: Vanesa González, Luisana Lopilato y, a mediados de abril por Romina Gaetani.
Además de Romina Gaetani también se incorpora a “Lobo” Michel Gurfi, el novio de Luciana Aymar.
En Telefe, mientras tanto, se supo Tomas Yankelevich le encomendó e Enrique Estevanez (LCA producciones) una ficción para colocar en el futuro en el lugar de “Casados con hijos” cuando este empiece a declinar como indica la lógica; que los Argento han demostrado con creces en su caso no existe.
Los números del 19/03 fueron:
TOP 5
1. Graduados, 25.8 (Telefe)
2. Dulce amor, 23.4 (Telefe)
3. Minuto para ganar, 21.1 (Telefe)
4. Cine de la tarde, 12.7 (Telefe)
5. Casados con hijos, 12.5 (Telefe)
Podio
1. Telefe, 13.6
2. El 13, 9.2
3. Canal 9, 5.4
Posiciones: Telefe ya ganó marzo y al 19/3 suma 11.4 a 8.5 que obtiene el 13.