Este blog busca unicamente promocionar la figura de Vivi, una excelente actriz y una persona maravillosa a la que vale la pena conocer..




miércoles, 19 de diciembre de 2012

“Me gusta mucho la vida tranquila”

Viviana Saccone acaba de estrenar una película como protagonista y va a Mar del Plata con la obra de Julio Chávez. Cómo es su relación con el cine y la televisión, y su forma de equilibrar trabajo y hogar en plena temporada



Una tarde, Viviana Saccone revisaba estantes en un local de libros usados hasta que se topó con uno que le llamó la atención y lo compró. Ya en su casa, empezó a leer "Una mujer sucede", obra del bolivarense Luis Lozano y pensó que podría hacer una buena adaptación para cine. "Fue un encuentro mutuo con esta película", cuenta. Es que mientras ella esbozaba un guión propio, otro ya estaba en marcha y tenía elenco elegido para rodarse. Sin embargo, algunos contratiempos terminaron en ella como la protagonista femenina de la ópera prima de Pablo Bucca. "Yo lo había llamado, él me había comentado que todo estaba listo para filmar. Yo me había ofrecido para participar desde cualquier lado, era un honor", asegura. Ese arrojo por sumarse al proyecto lo explica con su manera de moverse en el medio: "No tengo representante, o sea que vivo intentando dar un paso en todo aquello que me interesa". Después de aquel contacto con el director, la actriz había vuelto a los sets de grabación de la tele para hacer "Alguien que me quiera" y más tarde "Lobo", donde se puso en la piel de la malvada del show. Pero en el medio, el teléfono sonó y escuchó el ofrecimiento para estar en la pantalla grande con "Una mujer sucede", junto con Alejandro Awada, Eduardo Blanco y Oscar Alegre.
- El cine es el ámbito en el que menos experiencia tuviste. ¿Qué te gusta de él?
- El cine me gusta mucho, pero es el medio que menos conozco. Si pudiera elegir, decidir, vivir de eso, sin dudas sería el cine, y también el teatro. Me llama mucho la atención y siento algo mágico cada vez que veo una película, me provoca algo maravilloso.
- ¿Qué te dan esos medios que no encontrás en la tele?
- Me permiten hacer un descubrimiento mucho más profundo. La tele tiene una velocidad voraz que a veces te pide resolver todo ya; eso también tiene su costado bueno porque te da un oficio y algo casi de improvisación, que también es necesaria para el actor. Pero se corren riesgos altos y a veces no poder llegar nunca a profundizar también hace que te pierdas de un montón de cosas. En el cine y el teatro, al tener el guión de antemano, de principio a fin, te permite hacer un estudio mucho más detallado del personaje.
- Cuando propusiste ser parte del proyecto de "Una mujer sucede", ¿pensabas que serías la protagonista?
- No, desde otro lado lo pensaba. Si me decían: "¿te animás a ser asistente?", hubiera ido. Al final fui la única mujer del elenco, ¡me súper mimaron! Fue un trabajo buenísimo. Y me ofrecían la silla, me traían cafecito, ¡una reina! (risas).
- Acompañaste al filme en el festival de cine de Mar del Plata del año pasado. ¿Cómo fue esa experiencia de sentarte en la sala a verla con la gente?
- Está bueno cuando el trabajo pasa por festivales porque uno tiene posibilidad de ver lo que provoca, lo que le pasa al público. Fue una buena experiencia. Después, por supuesto, que cuando empieza su propio recorrido, depende de muchas cosas, y si llega al circuito comercial ya interfieren otros factores para que la película se mantenga o no. Pero al público le gustó y eso es muy importante para un actor.
- Naciste en Jeppener, un pueblo cercano a Brandsen. ¿Seguís prefiriendo esa tranquilidad de pueblo?
Sí, me gusta mucho el silencio, la vida tranquila, los pájaros, el verde, las plantas. Me siento muy a gusto con ese ámbito. Bolívar, donde rodamos, es así, pero además fue especial porque todos participaban con mucho amor del rodaje. Me cambié en casas de vecinos, había una energía, amor y entrega de todo un pueblo, eso fue algo muy especial para mí.
Desde aquella primera aparición en la pantalla chica de la mano de "Clave de sol", Saccone nunca dejó ese mundo de la telenovela, desde "Princesa" –por la que fue elegida mejor actriz de reparto- a "Franco Buenaventura, el profe" y "Montecristo" –donde se lució como Victoria Saénz y se alzó con el Martín Fierro como protagonista femenina. En la tele fue la mala, sucumbió a los encantos de varios galanes, sedujo e hizo llorar con sus historias de amor. Una participación especial en "El Puntero" la cruzó en una historia de amor con Julio Chávez, quien sería poco después su compañero de elenco y director en "La Cabra". En medio de obras de revista, plumas y elencos de ex participantes de reality shows, esa dupla se subirá a las tablas de Mar del Plata para hacer temporada, en donde ella ya estuvo en 2008. "Este verano hay otra vez una propuesta teatral interesante", asegura Saccone. Los planes de llevar la obra a otras ciudades estaba desde un comienzo –terminado el verano, harán una gira por el interior–. Hacia allá se mudará junto a su familia (su marido y sus dos hijas) para alternar entre trabajo y hogar: manejaremos con mucha armonía, porque así es nuestra familia. Tanto mi marido como yo estamos relacionados al arte, vamos, venimos, algo que nuestras hijas viven también felices". La obra, que durante este año estuvo en la calle Corrientes, tendrá un nuevo desafío. "Buenos Aires sirvió para testear un poco cómo la recibía el público". Es que la trama sorprende al espectador que se siente desprevenido en la butaca.
- Plantean un tema fuera de lo común, un desafiante, un amor no convencional. ¿Te gusta generar algo diferente en el público?
- Es una obra intrépida, provocadora, que desafía. Te lleva a los límites que uno puede soportar, pero con humor, que hace que la cabeza se abra un poco más. Es obligatorio cuando salís de verla discutir, charlarla. Nadie sale del teatro diciendo: "che, ¿comemos algo?", como si nada. Aunque sea dicen: "¡qué espanto, es un horror!". Y otros salen llenos de admiración, sorpresa, riéndose. El humor es algo importante para todo en la vida. Y esto no te puede dejar indiferente.
- Compartís elenco con Julio Chávez, que a la vez te dirige. ¿Cómo fue ese trabajo?
- Muy grato, porque el hecho de ser un actor tan talentoso y con tantos recursos lo convierte en un director que sabe por dónde llegarte, a qué herramientas recurrir. Como actor es metódico en su manera de trabajar, pero a la vez, como director, no tiene uno sino que va tomando lo que él cree que puede ser oportuno para ayudarte, o que vos descubras lo mejor para hacer. Él sabe con qué materia trabaja el actor. Y nos divertimos mucho, la pasamos muy bien, ¡estamos muy contentos de poder seguir sacándole leche a la cabra!

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