Eufórico por su absolución en un complicado juicio en su contra, resuelto más que por las pruebas por la intuición de la jueza, Antonio, el personaje de Luciano Castro en Herederos de una Venganza, busca a la magistrada en su casa para agradecerle. Pero la encuentra algo borracha. Y con una copa de más, el agradecimiento se convierte en algo más.
Lo que ocurre es que antes de la llegada de Antonio, la jueza (Viviana Saccone) recibe en su casa al gobernador que, una vez más, la amenaza de muerte si no hace lo que él le pide: proteger a Octavio (Rodolfo Ranni) y demás miembros de La Logia.
Esta situación la deja muy preocupada y, para alejar los fantasmas, se emborracha. Luego Antonio llega y conmovido la acompaña hasta el cuarto y la ayuda a recostarse. Queda armado el escenario para un acercamiento.
Las escenas se verán mañana en la novela de Pol-ka que emite El Trece.
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