Este blog busca unicamente promocionar la figura de Vivi, una excelente actriz y una persona maravillosa a la que vale la pena conocer..




miércoles, 13 de enero de 2010

El árbol de la vida


Por EDUARDO GIORELLO
"Algo en común". Autor: Harvey Fierstein. Versión: María Antonieta Eyras. Dirección: Santiago Doria. Escenografía: René Diviú. Iluminación: Roberto Traferri. Vestuario: Vanina Massuchi. Música original: Gaby Goldman.

En el Teatro Picadilly (Av. Corrientes 1524), de jueves a domingos.

Una herencia para compartir. Una abogada que obliga a firmar un documento judicial y que lo hace envuelta en una vorágine lejana a cualquier actitud contemplativa de los herederos. Un departamento que hay que vender para conformar a las partes. Una escena que muestra desde el principio y descarnadamente las ausencias en un ámbito que alguna vez fue refugio cálido y ahora no es más que un habitáculo de paredes vacías y cajas que habrá que llenar y retirar con premura. Hay que deshacer la casa.

Julia y Tommy, madre e hijo adolescente, se enfrentan con Fernando y en la confrontación emergen los recuerdos de Carlos, alguien que ha muerto de sida y que de pronto se convierte en la columna vertebral de la historia. El es el personaje virtual que se interpone entre Julia y Fernando, ambos con derecho a sacralizar su recuerdo. Vendrán entonces los reproches, los misterios, los porqués y un cambio en las vidas de todos ellos, que ahora tratan de restituir, de rearmar con el recuerdo amoroso de alguien que se ha ido demasiado temprano y no puede expresar las razones que lo llevaron a tomar la decisión que provocó el conflicto. Del autor norteamericano Harvey Fierstein, "Algo en común" plantea desde el principio un cambio de actitud en la vida social del grupo humano y las razones esgrimidas por cada uno de los seres amados y cercanos para reconstruir después de la muerte ese impulso emergente del amor y la conmiseración para dar un renovado rumbo en la vida de alguien, que había constituido su existencia en base a las convenciones sociales y que de pronto, introduce una actitud inesperada y en cierta forma que alienta a una revolución de los sentimientos y en el proceder.

La pieza de Fierstein se construye con la memoria. Cada uno de los personajes tendrá algo que contar de Carlos y cada uno deberá tomar una actitud responsable al momento de juzgarlo. La muerte convoca a los que quedan. Ellos tienen en el amor de Carlos, algo en común.El director Santiago Doria condujo con una gran delicadeza un tema todavía tabú en nuestra sociedad y sumergió a los cuatro personajes en una atmósfera cálida y afectuosa que los obliga aun más a ser sinceros consigo mismos en el momento de expresar los sentimientos más profundos que los ligan a alguien que sin estar presente, se transforma en la base de la pieza y los obliga a compartir lo material y lo que no lo es, aun con las reservas del caso.Fabián Vena compone un Fernando resignado y seguro de sus sentimientos que defiende con uñas y dientes aquello que sabe que es suyo. Gran labor rodeada de un halo sensible que nunca cae en la macchieta ni en la manipulación a su favor. Es fuerte y lúcido y su recuerdo, aun en lo patético de alguna situación, puro y desinteresado. Viviana Saccone ofrece también sensibilidad en la construcción de esa esposa que a veces no quiere ver la realidad.

En una breve intervención, Romina Yan es la abogada encerrada en su mundo y Ricky Aielo el hijo que comienza a descubrir a su padre desaparecido.La escenografía de René Diviú, el vestuario de Vanina Masucchi, la música de Gaby Goldman y las luces de Roberto Traferri crean el universo plástico y sonoro donde se desenvuelve la historia, que gracias al equilibrio de las actuaciones y a la lucidez de la dirección, "Algo en común" no cae en el melodrama lacrimógeno y ofrece una mirada serena, poética y desprejuiciada de una nueva manera de ver el mundo y los hombres que transitan por él.

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