Las vidas tachadas por la represión

08.12.2008

De Montecristo al robo de bebés. Es Viviana Saccone, la actriz que conduce este especial terrible y conmovedor. Va hoy a las 21.

Es el primero de dos programas especiales que The History Channel produjo para conmemorar los 25 años de la llegada de la democracia. Lo conduce Viviana Saccone y hace foco en el robo de bebés.

Esta semana se cumplen 25 años de la llegada de la democracia, y The History Channel lo conmemora con dos producciones exclusivas y una campaña de bien público. Generación robada y Democracia: crónica de la transición se llaman los especiales –que se verán hoy a las 21 y el miércoles 10 a las 22, respectivamente– y la campaña a beneficio se denomina “Nosotros”: un spot en el que el preámbulo de la Constitución Nacional está interpretado por Fito Páez y Carlos Vandera, quienes le pusieron música para la ocasión y están acompañados por importantes figuras, como Diego Torres, Roberto Pettinato, Lalo Mir, Gastón Pauls, Jorge Lanata, Juan Leyrado y Norma Aleandro.

Generación robada, estreno de esta noche, se ocupa del plan sistemático, implementado por la dictadura militar, para apropiarse de los hijos de los desaparecidos. Con la conducción de la actriz Viviana Saccone, el programa cuenta la historia de las Abuelas de Plaza de Mayo y cómo a través de los años la asociación fue desenmascarando a los secuestradores de sus hijos y nietos, la mayoría de los cuales nació en cautiverio y fueron entregados a otras familias afines al régimen, y también de qué manera la agrupación logró montar una campaña para encontrarlos y crear conciencia.

El especial, de dos horas de duración, cuenta con los testimonios de Abel Madariaga, coordinador de Abuelas y cuyo hijo es uno de los 500 nietos aún sin encontrar; Estela Carlotto, presidenta de la entidad; algunos de los 100 nietos recuperados, como Juan Cabandié, Tatiana Ruarte, Leonardo Fossaty y Pedro Nadal; miembros de la Conadi y del Equipo de Antropología Forense, entre otros. Saccone, quien adquirió un fuerte compromiso con la causa a raíz de su trabajo en la telenovela Montecristo –cuya trama giraba sobre el tema de la apropiación– se hace cargo de un sólido guión escrito con gran rigor informativo. Tanto en los momentos que habla a cámara (escenas filmadas casi todas en distintos ámbitos de la Casa Rosada) como cuando lo hace en off, la actriz demuestra una sobriedad muy acorde con el tema tratado. La puesta es sencilla y deja que los acontecimientos hablen por sí solos. Así, la presencia de Madariaga conmueve por sí misma, los testimonios de los nietos recuperados emocionan y algunos detalles (Madariaga y su relato de lo que les contaba a quienes se escondían de la represión, los que podían escapar de los campos, Carlotto contando en qué condiciones le entregaron el cadáver de su hija) dan una dimensión exacta de lo sucedido y son, sencillamente, escalofriantes.